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La Intercesión Profética: ¿Qué Es y Cómo Operar en Ella Según la Biblia?

El Poder de la Intercesión Profética: Hablando a la Realidad de Dios

Hermanos y hermanas en Cristo, amados por el Padre, reciban la paz y la gracia en este día. Hoy nos reunimos en el espíritu para desatar una verdad poderosa que reside en cada creyente: la Intercesión Profética. No se trata solo de pedir; se trata de declarar la realidad del Reino de Dios en medio de nuestras circunstancias, de hablarle a la creación y al mismísimo corazón del Padre desde una perspectiva celestial.

La intercesión es un pilar fundamental de nuestra vida de fe. Es el privilegio y la responsabilidad que tenemos como embajadores de Cristo para interceder por otros, por nuestras naciones, por la iglesia y por la voluntad de Dios que se manifieste en la tierra como en el cielo. Pero la intercesión profética eleva esta práctica a un nuevo nivel de autoridad e impacto.

¿Qué es, entonces, la Intercesión Profética?

La intercesión profética es la oración que surge de una profunda conexión con el Espíritu Santo, una oración que no solo presenta peticiones, sino que declara las verdades eternas y la voluntad perfecta de Dios sobre una situación o persona. Es orar con la mente de Cristo, alineados con Sus pensamientos y Sus intenteciones divinas.

Recordemos a Jesús mismo, quién no solo oraba "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no sea mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42). Él intercedió en perfecta armonía con el plan del Padre, declarando la voluntad divina aún en medio de Su agonía. Él es nuestro modelo perfecto.

La Autoridad Delegada: Hablando el Lenguaje del Cielo

Cuando oramos proféticamente, estamos ejerciendo la autoridad que Jesús nos ha delegado. Él nos ha dado poder para atar y desatar, para sanar y liberar, para establecer Su Reino. La intercesión profética es el medio por el cual accedemos a esa autoridad y la aplicamos en la esfera espiritual.

No estamos pidiendo a Dios que haga algo; estamos declarando lo que Él ya ha dicho y lo que Él ya ha hecho en el ámbito espiritual. Estamos trayendo la realidad del cielo a la tierra. Cuando intercedemos proféticamente, estamos hablando a la realidad de Dios sobre la realidad de nuestra situación. 

  • Contra la Enfermedad: No solo decimos "Sáname, Señor", sino declaramos proféticamente: "Por sus llagas, YO SOY sanado" (Isaías 53:5). Estamos declarando la verdad de la sanidad que Cristo ya conquistó.
  • Contra la Escasez: No solo pedimos "Padre, provee", sino declaramos: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19). Estamos declarando Su abundancia.
  • Contra el Desánimo: No solo suspiramos "Me siento débil", sino declaramos: "Yo puedo todas las cosas en aquel que me fortalece" (Filipenses 4:13). Estamos declarando Su poder en nosotros.

¿Cómo se Practica la Intercesión Profética?

  • Busca la Guía del Espíritu Santo: La intercesión profética no es una fórmula rígida, sino una respuesta al Espíritu. Pidele al Espíritu Santo que te guíe en tu oración, que te muestre por quién o por qué interceder y qué declarar. Escucha Su voz suave, la que a menudo susurra verdades divinas.
  • Alinea tu Oración con la Palabra de Dios: Las promesas de Dios son el fundamento de nuestra intercesión profética. Cuando ores, apóyate en lo que Él ya ha revelado en Su Palabra. Si Dios ha prometido algo, puedes declararlo con fe.
  • Declara la Verdad de Dios sobre la Situación: Identifica la realidad de Dios para la situación y declárala con fe y autoridad. No te enfoques en el problema, sino en la solución y en el poder de Dios que ya está operando.
  • Ora con Persistencia y Fe: La intercesión profética requiere perseverancia. Habrá momentos en que no veamos el resultado inmediato, pero la fe nos impulsa a seguir declarando la verdad de Dios hasta que se manifieste.
  • Conoce tu Identidad en Cristo: Entiende quién eres en Él: un hijo/a del Rey, un sacerdote/sacerdotisa, un embajador/a. Esta identidad te da la autoridad para hablar el lenguaje del Reino.

Un Llamado a la Acción Espiritual

Hermanos, el mundo anhela ver el poder del Reino de Dios manifestándose. La intercesión profética es una de las herramientas más poderosas que tenemos para traer esa realidad. No es un don solo para unos pocos, sino un privilegio para todos los que han sido redimidos por la sangre de Jesús.

Hoy, te animo a despertar a este llamado. Que tu oración no sea solo una lista de peticiones, sino un diálogo de fe, donde declaras la voluntad de Dios, Su carácter, Su poder y Sus promesas. Habla a la montaña, habla a la enfermedad, habla al corazón seco, habla a la nación, y declárale el reinado de Jesús.

Porque cuando intercedemos proféticamente, no estamos solo pidiendo. Estamos declarando la victoria de Cristo, estamos haciendo avanzar Su Reino y estamos trayendo el cielo a la tierra.

Que el Señor levante una generación de intercesores proféticos que transformen realidades y manifiesten Su gloria en cada rincón del planeta. ¡Levántate y ora con el poder que Dios te ha dado!

Muchas Bendiciones 🙏

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